América Latina es una región diversa y eso también se percibe en cómo avanzan los países en su transición energética. El cambio hacia las energías renovables es, para RD y otras naciones, un reto que esconde una enorme oportunidad: la de convertirse en una vía hacia una economía que no deje a nadie atrás.
República Dominicana dispone de 17 grandes centrales de energía renovable en construcción, según datos publicados por el gobierno. De ellas, se tiene previsto que 8 entren en operación a final del presente año. La meta marcada por el país era la de cubrir el 25 % de la demanda nacional con renovable para el 2025. Este ritmo garantiza que se alcanzará.

Concesiones, contratos e inversiones
En este contexto, el director ejecutivo de la Comisión Nacional de Energía (CNE), Edward Veras, afirma que RD atraviesa lo que definió como “el boom de las renovables”. Destaca el alto número de concesiones y de contratos PPA (acuerdos de compraventa de energía limpia a largo plazo).
Así, en 2022 se aprobaron 15 concesiones definitivas, casi el doble de las 8 de 2021, y 19 provisionales (por 18 en 2021).

Los datos de capacidad instalada de energía renovable en RD, publicados por Statista, reflejan cómo entre 2011 y 2021 la cifra de megavatios se triplicó, con un crecimiento constante desde 2015 y que tuvo su mayor salto entre 2018 y 2019 (+28.2 %).

En el horizonte, nuevas inversiones en proyectos de hidrobombeo, hidrógeno generado por fuentes limpias (con incentivos fiscales) y una mayor integración. Estos pasos permiten a RD atraer más iniciativas e inversiones en el sector.
El potencial de la región
Abriendo el foco a toda América Latina, Global Energy Monitor (GEM) considera que la región tiene potencial para aumentar su ritmo de adopción de energía eólica y solar. Así lo refleja «América Latina: Una carrera hacia la cima».
El informe apunta a Brasil y Chile como ejemplos de países donde la transición a la energía eólica y solar a gran escala ya está en marcha. Además, prevé que RD, Perú o Colombia se unan a la lista en breve.
Consideran que tanto la acción de gobiernos de corte progresista como la sensibilización y participación de la sociedad pueden hacer que el salto desde una electricidad producida con combustibles fósiles a una gestada por energías renovables aumente sea más rápido.

Por su parte, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), pidió a los gobiernos que ahondaran en la transformación de sus matrices, en la descarbonización y en la electrificación, con especial foco en industrias pesadas y transporte. Lo hizo en su informe Perspectivas económicas de América Latina (LEO) 2022.
Para sectores como los productos químicos, el acero, el transporte de mercancías por carretera, la aviación y el transporte marítimo, que son más complicados de descarbonizar, existen dos aliados estratégicos cuyo desarrollo será fundamental: el hidrógeno verde y los biocombustibles sostenibles.